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FUNERARIA LASTARRIA: DE WILLIAM LASTARRIA LASTARRIA , NOS UBICAS EN PEDRO MONTT N°330 FONO: +56 932785409 OVALLE.

Enfrentar el fallecimiento de un ser amado es una de las circunstancias más duras, más difíciles de la vida. Al natural dolor, al quebranto emocional viene –generalmente- el no saber qué y cómo hacer en los aspectos prácticos y formales que se vienen. En circunstancias tan estresantes, hay especialistas que están a disposición de la familia para realizar los servicios legales que establecen nuestras normas ante el Registro Civil, como así también de la disposición del cuerpo para el respectivo velatorio, posterior funeral, sepultura o cremación. En circunstancias tan dramáticas,  se puede contar con el servicio solemne y profesional de FUNERARIA LASTARRIA, ubicada en la ciudad de Ovalle, en la calle Pedro Montt N° 330. Fono: +56 9 3278 5409.

Funeraria Lastarria tiene poco más de un año de existencia, pero su propietario y creador, William Lastarria, tiene una larga trayectoria y práctica en este rubro tan sensible. Efectivamente, siendo un adolescente de 13 ó 14 años y  estudiando enseñanza media, ya comienza su contacto y trabajo en las funerarias existentes en la ciudad. Y comienza trabajando y ayudando en labores menores. Recuerda William que en la Funeraria Olivares, a la que califica como su escuela, y una de las más antiguas de la provincia, en ese entonces, tenían su propia fábrica de urnas. Allí había tres talleres: uno para los trabajos en madera, otro de hojalatería y el tercero era el de tapicería. En esa fábrica de ataúdes, William colabora en labores de limpieza, pasando luego, a medida que adquiría experiencia, a lijadura y barnizado u otras labores donde fuera necesario que él participara. De esa época de aprendizaje, recuerda a don Quique Olivares, uno de los hijos mayores del señor Olivares, quien con años de experiencia en el rubro resultó ser su guía y modelo a seguir. En esos años, dice, en Ovalle estaban sólo dos funerarias: Olivares y Arias. Y durante su adolescencia continuó laborando en el rubro. Incluso, ya adulto, nunca perdió el contacto con el hacer de estas empresas fúnebres. Incluso, cuando ya tenía su trabajo formal en una empresa de la zona, cada vez que podía trabajaba en ellas. Así transcurrieron veinte años de sumar experiencia y conocimiento en  este hacer de un trabajo tan diferente y sensible.

Sin embargo – continúa William – mi sueño siempre fue tener mi propia empresa. Sin embargo, a pesar de la gran experiencia adquirida en las funerarias de la ciudad, el gran obstáculo era contar con el capital que permitiera iniciar el servicio por cuenta propia. Y la historia en este punto del relato, lo lleva, primero, a mencionar el terreno, la propiedad donde está ubicada hoy Funeraria Lastarria, y que es la calle Pedro Montt. En este lugar y hace muchos años, sus abuelos, Corina del Carmen Lastarria López y  Juan Antonio Lastarria Araya, compraban y vendían carbón de espino. Y lo hacían al mayor y por menor por casi 45 años. Con el paso del tiempo, sus abuelos ya fueron ancianos para seguir en la actividad de ventas. Y en esas circunstancias, William decide continuar él con la actividad comercial de sus abuelos. Sin embargo, también encontró trabajo en una empresa pisquera, lugar en el que laboró 11 años. No obstante, William no olvidaba el sueño de contar con su propio negocio. Además, él quería luchar y trabajar por su proyecto personal y no trabajar en el de otros. En conversaciones con la familia, deciden iniciar el proyecto de funeraria. Pero no era llegar y empezar. William siguió trabajando en la empresa pisquera, a la vez que comenzaron lentamente el  proyecto. Como empresa familiar, ya contaban con la propiedad y la construcción. Ahora era necesario adaptar la infraestructura a los nuevos requerimientos, y no fue fácil ni rápido de hacer, pues tardaron siete años en ello. Incluido los trámites legales para cambiar el uso del suelo. La construcción de entonces tenía inscripción como casa y no de domicilio comercial. Y así pasaron once años de trabajo en la destiladora Compañía Pisquera de Chile. William recuerda que esperó hasta el último día de esos once años para dejar ese trabajo y dedicarse de lleno al suyo propio: Funeraria Lastarria. Y la indemnización por los años de servicio fue el capital definitivo para dar forma a su propia empresa. Y lo invertí todo, todo, dice enfático William. Hubo que invertir mucho en permisos y en trámites de oficina, mucho papeleo. No era fácil traspasar esa barrera burocrática, pero el empeño y todo el capital inicial estaba ya comprometido. Se compraron algunas urnas y también los equipos de velación empleados en los servicios. Y comenzamos incluso sin carroza propia. En ese inicio conté con el apoyo de un amigo de la funeraria Lirios del Valle, quienes me prestaban un carro fúnebre cuando era necesario. Ese amigo se portó de manera muy generosa conmigo. Nosotros habíamos sido compañeros de trabajo en otra funeraria. Hay que decir que yo, trabajé en casi todas las funerarias de Ovalle y aún tengo amigos y contactos con ellos.

William no habla nunca en singular cuando se refiere al negocio, pues siempre habla de nosotros. Y nosotros, dice, somos la familia constituida por mi esposa, mi abuelita, mis hijos. Su abuelita Corina es muy jovial y se mantiene activa participando con entusiasmo en un club de adulto mayor. Y apoya el negocio con su sabiduría y experiencia. Por su parte, su esposa Sara Silva Boyd, colabora de manera fundamental en la parte administrativa y contable.

Funeraria Lastarria, en servicio hace un año, cuenta hoy con una oficina de atención al público, un salón de exhibición de urnas, donde los parientes optan entre varios modelos y de acuerdo al gusto y presupuesto respectivo. Y también con una moderna carroza fúnebre. Y aquí, William vuelve a recordar su inicio con vehículo prestado y luego con uno propio, pero antiguo y pequeño, el que tuvo que ser reparado y acondicionado de acuerdo a los parámetros exigidos. Este coche mortuorio antiguo cumplió con su objetivo hasta que pudieron renovar y  adquirir una carroza moderna y en excelentes condiciones. Y así, poco a poco, y gracias al buen trabajo  y profesionalismo, entraron al mercado. Con la confianza en el servicio solemne y profesional que nos caracteriza, dice William, comenzamos a operar y a ser más conocidos. Y como en todo emprendimiento, el comentario positivo boca a boca ha sido la mejor publicidad con la que contaron y siguen contando. También, y usando las tecnologías actuales de comunicación, Funeraria Lastarria cuenta con un sitio en las redes sociales Facebook e Instagram, donde aparece toda la información necesaria para conocerlos. Allí están los datos de contacto como también un amplio set fotográfico que grafica su hacer en circunstancias tan dramáticas. En Facebook se le encuentra como Willy Lastarria. Y en Instagram esta como William funerario. También en el wasap +56 9 3278 5409.

La finalidad del negocio nuestro es con buena intención. No hay ambición de por medio. Nos interesa mantener el negocio, claro. Obtener lo necesario para mantenernos y progresar. Pero entendemos que con un año operando no podemos esperar mucho, pero poco a poco, con esfuerzo y dedicación vamos saliendo adelante. Nos distingue un servicio solemne y muy profesional. Y tenemos servicios para todo presupuesto. Y si bien es cierto, la competencia en el rubro es fuerte, nosotros tenemos claro que  no tenemos punto de comparación con las empresas de gran envergadura y capital. Pero yo, gracias a mi experiencia de años en las distintas facetas del negocio, no dudo de mi capacidad, ¡no dudo de lo que yo sé hacer! Y lo mismo que he hecho para las otras empresas, ahora lo hago para la mía, con el agregado mayor de ser yo el dueño y que atiendo personalmente: Atendido por su propio dueño no es una simple y antigua frase. Nosotros lo vivimos en cada servicio. El servicio personalizado y por su propio dueño, permite adecuar nuestro hacer a los requerimientos de nuestros clientes. Sí hay algo que surge y se requiere resolver de inmediato, pues se soluciona. Eso da una mayor cercanía con nuestros usuarios. Y eso se nota. Hay un compromiso humano y personal en la gestión. Y eso se nota, insiste.

SERVICIOS FÚNEBRES.

En el servicio brindado a sus clientes, Lastarria tiene claro que en materia de transporte no puede competir con las empresas grandes del área. Dice que, por ejemplo, ellos no cuentan con vehículos de alta gama, pero sí compensamos esa diferencia con atenciones extras, incluidas en el servicio, como un cantante en vivo durante la misa u otro servicio religioso durante los funerales. Este servicio es provisto por el destacado profesor de música y cantante, don Miguel White Mora. También están los servicios radiales, las tarjetas de agradecimiento, el auto de acompañamiento, el microbús para llevar y traer a los amigos y familiares del difunto. También incluimos la florería. Es decir, tratamos de hacer un servicio más completo en relación a lo que hacen las demás empresa grandes, que son más industrializadas y tienen un mecanismo estándar. En cambio nosotros, al ser un servicio personalizado, podemos realizar variantes de acuerdo a los requerimientos de la familia. Nuestro servicio es más flexible. Podemos dar en el gusto a esos pequeños detalles y símbolos que surgen en los velorios y funerales. Es un servicio profesional pero muy humano. Muy sensible a las necesidades de la familia, casi un servicio espiritual, señala William. Por ejemplo, en los servicios rurales, también nos acompaña el profesor White. Él, acompañado de su guitarra, canta himnos religiosos acorde a lo pedido por la familia y hace una pequeña semblanza del fallecido. Es un detalle que las familias valoran de muy buena forma.

FUNERAL DIFERENTE

Si bien es cierto, la mayor parte de los servicios fúnebres son tradicionales, últimamente se están realizando un número no menor de otra asistencia como lo es la cremación.

La cremación o incineración es la práctica de deshacer un cuerpo humano muerto, quemándolo, lo que frecuentemente se lleva a cabo en un lugar denominado crematorio. Junto con el entierro, la cremación es una alternativa cada vez más popular para la disposición final de un cadáver. Cuando ocurre el deceso de un ser querido, lo que menos queremos es disponer de cero conocimientos sobre los trámites a realizar.

Es por eso que, si la voluntad de la persona fallecida es ser cremada, aquí va toda la información necesaria para realizar una cremación en Chile.

La tramitación general

Cuando muere un familiar o persona cercana, lo primero que se espera es la confirmación del personal de salud y el documento médico que acredita la muerte. Luego se inscribe este fallecimiento en una oficina del Registro Civil, donde se obtiene el certificado de defunción para todo trámite.

Posteriormente se elige a la empresa que realizará los servicios funerarios, se escoge una sepultura si corresponde y se averigua la asignación por muerte o cuota mortuoria, entre otros trámites que deben efectuarse cuando alguien fallece.

Documentos para el proceso de cremación

Siempre se dice que es importante respetar la voluntad del difunto o la difunta. Ahora bien, si la persona pidió el servicio de cremación en Chile, se necesitan como máximo tres autorizaciones por parte de diferentes organismos:

  1. La primera autorización es la del Director General del Servicio Nacional de Salud o de su delegado, siempre y cuando, se presente una declaración escrita por la persona fallecida en una notaría o en el registro de cementerios. En caso de no contar con este documento, se permite la solicitud del cónyuge sobreviviente o de la mayoría de los hijos que autorizan la cremación ante notario público (si no existe cónyuge ni descendencia, el reglamento de cementerios permite que otras personas lo soliciten).
  2. Antes de llegar a la sala de cremación, también se necesita una autorización de sepultación por parte del Registro Civil, donde se detalla el lugar en que ocurrió el deceso. A esto hay que sumar una copia del certificado de defunción emitido por el médico.
  3. La última autorización es la judicial, pero está sólo procede si el fallecimiento fue a consecuencia de un accidente o por causas que supongan algún grado de delito.

Cabe señalar que toda esta documentación se debe presentar en la funeraria que llevará a cabo el servicio de incineración.

Los plazos para efectuar la cremación en Chile

Si es muerte natural, este procedimiento debe realizarse 1 ó 2 días después de recibidos los restos.

Una vez ocurrido el fallecimiento, y de acuerdo con el código sanitario, tiene que existir una data de muerte de como mínimo 24 horas y no puede superar los dos días antes de ingresarlo al servicio de cremación o sepultura.

Y los parientes, ¿pueden asistir al crematorio?

Anteriormente hemos hablado sobre el proceso de cremación y urnas funerarias. Pero un punto importante es saber si los familiares o personas cercanas pueden presenciar este procedimiento en la sala de cremación.

Al respecto, esto dependerá de la funeraria a cargo, ya que algunas permiten la presencia de un familiar como testigo del proceso en una sala habilitada para tales fines. Para seguridad de sus seres queridos, todo se lleva a cabo bajo rigurosos estándares y se certifica por un representante del Servicio de Salud.

En torno a este tema, Funeraria Lastarria tiene convenio con el “Crematorio Guayacán”, en la ciudad de Coquimbo. Los valores, el costo, el pago del servicio de cremación es sólo con ellos, con Crematorio Guayacán. Lo interesante de este tema es que puede, incluso, ser adquirido en vida. Es decir, una persona puede elegir este sistema, la cremación, como la vía que él quiere para cuando llegue su momento de fallecer. E incluso, lo puede ir pagando de a poco, hasta que llegue el instante final. Y así Funeraria Lastarria se convierte en el intermediario con el crematorio. Nosotros tenemos un convenio de colaboración mutua, y podemos hacer hasta pre-venta como también promocionar el servicio que ellos entregan, Y nuestro rol es hacer el servicio fúnebre tradicional. Luego de eso, trasladamos el cuerpo en nuestra carroza hasta el crematorio. Y desde allí en adelante, ellos se encargan del procedimiento de incinerar. Nosotros, obviamente, apoyamos con toda la documentación que exige la normativa.

MÚLTIPLES CONVENIOS

Llegado el momento de una defunción es posible adherir a varios convenios que Funeraria Lastarria mantiene con las AFP y con el  Instituto de Previsión Social, más conocido como el IPS. Acá se debe precisar que el bono mortuorio que entrega el IPS es de un monto mayor al entregado por las AFP. En cifras de noviembre del 2023, el IPS pone un bono de $ 889.950. Las AFP entregan un bono mortuorio de: 541.000 (15 U.F)}

En cuanto al costo de los servicios fúnebres de Lastarria, hay que decir que en el caso de un fallecido perteneciente al IPS, el bono de $ 889.950 cubre la totalidad de la prestación, con un tipo básico de ataúd. Pero también el bono mortuorio de una AFP, es decir los $ 541.000 también cubre un tipo de urna y la totalidad del servicio. Ambos servicios se califican como básicos, para la gente que no tiene tantos recursos. Estas dos prestaciones son  muy dignas, completas, es decir incluye asesoría en documentación legal, urnas, equipos de velación, flores, velatorio, misa y funeral. Y con una urna sencilla pero con decoro y respetabilidad. Por cierto que los parientes si lo estiman pertinente pueden elegir el féretro que deseen para su ser querido. El bono mortuorio sirve para aliviar el valor total de la urna. Si una urna tuviera un valor de un millón doscientos mil pesos o más,  la familia pagará sólo la diferencia del bono que ha entregado el IPS o la AFP.

En cuanto a las urnas, hay personas que en vida eligen y reservan su ataúd. Y lo van pagando mes a mes. En cambio, también sucede que hay familiares que dado el caso de situación irreversible con la salud de su ser querido, andan eligiendo la urna. Y lo hacen porque no quieren que la muerte los pille desprevenidos a las tres o cuatro de la madrugada. Y quieren saber de antemano de cuánto es el monto del bono mortuorio que tiene la persona. Es adelantarse con responsabilidad y con tiempo a lo inevitable. En todo ello, nosotros los apoyamos de manera gratuita.

Respecto de las urnas,  dice el Sr. Lastarria que todas son, por disposición de la autoridad sanitaria, enzincadas. El encincado  es una norma estándar para todos los ataúdes en el país. Y debe ser sellada tras poner el cuerpo en el ataúd.  Este sello puede ser soldadura o cinta especial. Se aplica soldadura cuando ha intervenido el Servicio Médico Legal (SML) y la fiscalía. Los ataúdes llevan también un servicio de tapicería con algunas variables que inciden en el precio final. Y en la caja de madera externa es en donde se hayan las mayores diferencias, dependiendo de la madera empleada, los barnices y lacados, el diseño, las dimensiones.

El procedimiento varió total y dramáticamente durante la pasada pandemia COVID. Fue, recuerda William, un servicio muy dramático, tanto por las condiciones de extremo aislamiento y premura en la sepultación. Y si bien Funeraria Lastarria como tal no participó de este tipo de exequias, al no estar aún en funciones, si le tocó hacerlo a William, quien prestaba sus servicios a otras funerarias de la ciudad. En ese tiempo crítico, el fallecido por COVID pasaba directamente de la morgue al  ataúd. El cuerpo era dispuesto, desnudo,  en una bolsa especial, muy sellada. De ahí al ataúd, y de allí directo al cementerio en donde los funcionarios lo sepultaban de inmediato. Y en la primera etapa, la más crítica, era sin ningún tipo de velación, misa ni responso. Era muy dramático para todos, especialmente para la familia, que no tenía el tiempo necesario para despedirse de su ser querido y tampoco para ningún ritual. Y obligaba a ser todo muy frío, casi impersonal, porque la gente no podía abrazarse, ni siquiera darse la mano. Y todo realizado con extremas medidas de sanitización y aislamiento. Luego se flexibilizó la norma y se permitía una ceremonia de acompañamiento muy acotada. Fue muy duro para todos. Una experiencia dramática que afortunadamente ya se dejó atrás.

En otro punto de la conversación, pasamos a recordar el modo de juntar el capital para iniciar la empresa. Recordemos que comenzó con el pago de los once años de servicio de Pisquera Chile, más el ahorro personal y familiar de años. Y reconoce que no ha postulado a ninguno de los fondos que principalmente el Estado pone a disposición de los emprendedores. Y no lo ha hecho, entre otras razones, por la falta de tiempo para asistir a sus capacitaciones. Una funeraria como la nuestra es una empresa familiar, donde trabajamos mi señora y yo, y es un trabajo que requiere de dedicación exclusiva, en cualquier día y horario en caso de ser necesitados. No hay horario ni día feriado. Así es muy difícil tener tiempo para esas actividades. Nos debemos 100 % a nuestra empresa.

En cuanto al trabajo con el fallecido, es decir, la preparación del cuerpo antes de ser depositado en su ataúd, es una labor que William Lastarria realiza personalmente. Es una vocación, es un servicio solemne el que yo realizo. Y por complejo y difícil que pueda parecer, a mí me gusta mi trabajo. Lo hago con gran solemnidad y profesionalismo. Y lo hago desde aproximadamente desde los 16 años, que fue cuando comencé a salir a terreno. Ya no eran las labores de aseo sino algo más profundo y fuerte para un joven como yo. Incluso una dosis de miedo e incertidumbre fue parte del proceso. Yo ayudaba al maestro, yo miraba, yo hacía y aprendía. Yo ayudaba a vestir y colaboraba en todo lo que era necesario. La idea era dejar el cuerpo lo más parecido a lo que era en vida. Que pareciera estar durmiendo era la máxima aspiración. Aunque a veces no era fácil en cuerpos de personas heridas o en cadáveres no frescos. Pero el servicio se debía realizar de la mejor manera. Incluso con el uso de maquillaje. Y maquillaje para que el color del o la fallecida fuera lo más natural. Maquillaje para mitigar o cubrir las heridas y otras situaciones que pudiera presentar el rostro. Detener los sangrados, detener los fluidos. Y aquí se usan los tapones en boca y nariz para disminuir los inconvenientes. Eso lo aprendí desde muy jovencito.  Pero toda esta labor ha hecho que yo tenga experiencia práctica, y sé muy bien lo que debo realizar. Entiendo el dolor de las familias. Y entiendo que ellos esperan lo mejor de mí. Y yo me esfuerzo y  me entrego para que sea lo mejor.  Como decíamos, previo a la disposición del cuerpo en la urna, se realizan una serie de procedimientos básicos con el fallecido. Entre ellos una inyección de formalina para retardar su natural descomposición. La formalina es un líquido que se emplea en las facultades de medicina para la preservación de órganos. Y desde allí vine el uso de este químico en el cadáver para retrasar un poco el proceso. Y se aplica en la zona de los intestinos que es por donde comienza la descomposición. Es un procedimiento estándar y la cantidad de formalina dependerá en mucho del cuerpo más magro o grueso del fallecido.

Atender un servicio fúnebre es un trabajo de gran responsabilidad. Yo digo, señala William, que se requiere vocación y profesionalismo. Entender que es un servicio solemne y delicado. Requiere fortaleza y serenidad. Saber qué hacer en cuanto a la documentación exigida por nuestras leyes. Atender el cuerpo con habilidad y con profundo respeto por el dolor ajeno. Ser humilde y muy humano para entender a los familiares es clave para nosotros, dice. Y de esa manera entregamos un servicio que las personas ven con agrado y agradecimiento. Ello nos sirve para que el boca a boca llegue a otras partes y nuestra empresa, Funerales Lastarria, esté para cuando nos necesiten. Acá se trata de trabajo y servicio, pero no hay ambición. Lo que hay es trabajo profesional. Uno no puede alegrarse porque vende servicios funerarios. Es un tema muy delicado. Muy serio. Es como desarmar una bomba, dice. Un gesto, una palabra mal usada, un movimiento en falso que se cometa con los clientes y se arruina la venta. Y se pueden ir. Entonces, es un momento muy delicado. Y uno trata de aplicar la mayor atención y solemnidad llegado el caso. Tampoco se trata de ser ambicioso. No. Aquí se trata de mostrar que uno es una opción más. Es decir: estamos acá, a disposición de ustedes. Y si nos necesitan y eligen, obtendrán el mejor de los servicios. Digno y acorde al profesionalismo y rigurosidad que nos caracteriza. Sabemos que la muerte es dolor y debemos tratar con él de modo sereno y solemne.

FUNERARIA LASTARRIA :WILLIAM LASTARRIA LASTARRIA, FONO: +56 9 3278 5409, PEDRO MONTT 330, OVALLE.

 

 

 

 

 

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