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COMERCIAL “MARIEL PEPITA”. SPA. SOTAQUÍ: PASAJE FERRONOR N° 127. SOTAQUÍ FONO: +56 94467 8188

Emprendimiento que surge en Sotaquí, localidad ubicada a 7 km al oriente de Ovalle, y que está a la cabeza de CAROLINA MARISEL  ALUCEMA RIVERA, quien desde hace casi cuatro años lleva adelante su pequeña librería y bazar. En rigor, la idea no nació de ella, sino de su hija,  Mariel, a quien todos conocen como Mariel Pepita. En ese entonces, su hija que tenía sólo cuatro años, le dice a su madre Carolina que necesita le preste dinero. Y le pregunta si 200 pesos es más que 200 mil. Al explicarle que 200 mil es mucho más, Mariel responde que lo que necesita es esa cantidad de dinero, doscientos mil. La verdad es que me sorprendió totalmente que mi hija tan pequeña tuviera esos pensamientos y preocupaciones.

Ese día, tras aclarar su duda, yo no le hice mucho caso, pero ella  insistía e insistía. Días después, al consultarle para qué necesitaba ese monto de dinero, me responde muy segura que es para poner una librería y empezar a vender cuadernos y lápices a sus compañeros de escuela. Usted me presta esa plata de su finiquito y yo después se la devuelvo, me dijo. Acá es necesario decir que a mí tras nueve años de trabajo en la empresa de telefonía Claro, fui despedida. Y obviamente fui finiquitada de acuerdo a la ley. Mi hija, muy perceptiva e inteligente, estaba al tanto de todo eso. Una librería, le dije… Y por qué, la interrogué con asombro y cierta inquietud. Y su respuesta me emocionó, me mató: porque quiero que trabajes en la casa y no me dejes nunca más sola, cuando vaya a trabajar a Ovalle. Además, es para que tengas tiempo y vayas a mi escuela y no te pierdas nunca más mis actos escolares. Su respuesta, como dije, me conmocionó y tuve que encerrarme en el baño para llorar. Ahora, ¿de dónde sacó ella esa idea? Acaso al ver que desde que ella estaba en el jardín infantil, yo le mantenía una repisa con sus cuadernos, lápices, papeles y todo lo que necesita un párvulo. Creo que ahí le surgió esa idea. Y sobre todo en su parte emocional de no querer que la dejara sola, pues cuando yo debía trabajar en Claro y después en faenas agrícolas, la dejaba a cargo de otra persona. Pero ella quería estar sólo conmigo. Entonces, conversando con mi pareja y papá de Mariel, vimos que acá en Sotaquí no había ninguna librería. Hay almacenes de barrio, claro. Mi esposo los conoce, pues él es vendedor en ruta y me dijo los almacenes en su surtido manejan lápices, cuadernos y algún otro útil escolar, pero no tienen cosas más específicas como papel celofán, papeles fotográficos, tijeras, etc. Un sinfín de productos que hoy las escuelas incluyen en su listado escolar. Y viendo esa realidad más la necesidad de trabajar en casa, nos decidimos a dar el vamos a nuestra librería, la primera en Sotaquí y alrededores.

El capital inicial fue precisamente la cantidad que pedía mi hija Mariel, es decir 200 mil pesos. Modesto inicio, pero nos permitió hacer el primer pedido vía web a una distribuidora que conocía una amiga. Y así empecé, para felicidad de mi hija, que veía como se concretaba su idea. Después, buscando más productos para reponer lo vendido y nuevos artículos solicitados, di con otra distribuidora que permitió mejores precios y más variedad de productos. Y así comenzaron a llegar a mi casa proveedores. Seguramente se corrió la voz que había una nueva librería, muy modesta, pero los distribuidores comenzaron a tenerme en cuenta. Tengo proveedores de Santiago, La Serena y Coquimbo. Y mi meta para el año que viene es empezar a encargar mercadería por montos superiores a lo que ha sido hasta hoy. La inversión ha sido fuerte para nosotros,  pero ha resultado. Los útiles escolares se venden todo el año, si bien el mejor momento es en los meses de febrero y marzo, incluso abril, los otros meses es de reposición por lo gastado o perdido. El primer año empezamos a vender acá en la casa, pero después se nos ocurrió hacer reparto a domicilio. Y en realidad mi fuerte es el reparto a las casas. Y así pasó un año con este ritmo, pero comenzamos a abarcar más. No me quedé estancada y nos pusimos a vender las listas escolares. Esto da inicio en el mes de diciembre en la red social Facebook y Whatssapp, promocionando el inicio de cotización y venta de listas escolares. Tengamos presente que cada año las escuelas entregan a sus padres y apoderados el listado de todos los útiles escolares que sus hijos necesitaran durante el año.  Y es una lista larga y variada. Para los padres, poder hacer esa compra significa invertir mucho tiempo e importantes recursos económicos. Entonces, nosotros promocionamos nuestra librería y, además, ofrecemos reparto a domicilio. Al final, me van llegando las listas vía Whatssapp.  Esto, como dije, inicia en diciembre, en la última semana, y se incrementa en enero-  febrero alcanzado su cumbre en marzo. Esos meses para mí son de locos, agobiantes, sin parar. Llego, yo solita, a despachar 15 listas diarias. Así fue este año, el anterior fue menos, pero a medida que más personas sabían de mi librería, aumentaban los pedidos, Y son listas con mucho detalle y que es necesario despachar meticulosamente para así satisfacer la necesidad de mis clientes. Así ellos confían en mí, pues ven un trabajo dedicado,  responsable y serio. Y así, aprovechando la ruta comercial de su esposo, entregaron listas escolares en otros pueblos como Chañaral Alto, Monte Patria, Cerrillos de Tamaya y acá por los alrededores de Sotaquí como Huallillinga, Carachilla. Así abarcamos toda esa zona, pues no hay librerías. Además nuestros productos son de las marcas más conocidas del mercado. Y nuestro repartidor es ANGEL ALFARO, mi esposo. Él conoce toda la zona en detalle, pues atiende hasta Los Vilos por el sur. También esto es agotador para él, pues primero debe hacer su ruta como vendedor y luego atender el reparto y entrega de los útiles escolares. Todo esto significa dedicación, esfuerzo sostenido, inversión y mucha responsabilidad.

Es un negocio que exige mucho pero también entrega la satisfacción de ver como nuestro esfuerzo da frutos. Y va creciendo. Y además me gusta lo que hago. Y la idea es crecer, para ello pronto habilitaremos un local que da a la carretera. Y como es un sitio visible, a mi hija Mariel se le ocurrió que tengo que poner una gigantografía con el logo y unos lápices gigantes, además, luminosa por las noches para promocionar nuestra librería.

Y dentro de las ideas que surgen de la mente de mi niña Mariel, estuvo también el que hiciéramos unas etiquetas donde dijera: “FELIZ REGRESO A CLASES”, pero esa etiqueta debería ir en una cajita escolar, para regalo con lo más básico para los niños y niñas, y vendimos bastantes cajitas. Y son ideas de mi hija, quien tiene una mente muy especial, y está en segundo básico.

Para contactar con mis amigas y compradores, cuento con mis tarjetas de presentación, que entrego en la Feria de las Pulgas en Ovalle. Lo de la feria popular en Ovalle es también una buena herramienta para vender un poco y dar a conocer mi librería. Incluso le sirve para socializar, sacarse el estrés, porque trabajar en casa también pasa la cuenta, dice. El rol de comerciante, madre, dueña de casa y esposa es agobiante. Volviendo al tema de la promoción de su librería, Carolina, señala que para diciembre deberá imprimir unos flyer, unos volantes, para repartir entre el público. A la feria de las pulgas llega por invitación de una amiga, y resulta ser otra opción para ir a la venta de productos, pues entre abril y noviembre es temporada baja para mi negocio. En los meses de baja venta debo buscar otro frente y ahí me dedico a las fotocopias de documentos y de libros escolares, impresiones variadas, anillados, plastificados, escritura de Currículos Vitae y hasta trabajos escolares que los padres por falta de tiempo no pueden hacer, por ejemplo, los papelografos, cosas en goma Eva, máscaras, Y allí también he ido haciéndome de clientes que suman compras y contacto. Otra forma magnífica de contactar con la clientela es un Whatssapp bussines, sólo para la librería. En él mis clientes pueden ver un catálogo completo de lo que tenemos en inventario, una breve descripción del producto y su respectivo precio. Viene adicionado, además, con un carrito de compras donde se van acumulando los productos y el sistema arroja por último el precio final de la compra. Es una valiosa herramienta de gestión. Lo mismo pasa con Facebook. Pero principalmente lo que facilita mi venta es el boca a boca. Hay personas que me dicen; sabe qué? Me dieron su dato y que usted está cotizando las listas escolares. Y así vamos manteniendo la actividad y poco a poco creciendo. También hay a lo largo del año otras fechas como Halloween, fiestas patrias, Navidad. Cada una de estas celebraciones genera una venta específica de productos que yo también vendo. Y como es Bazar, tengo mucha mercadería de ese rubro, tales como agujas, hilos, chinches, el velcro, los paños lenci, las blondas, cintas, etc. Y así poco a poco y con esfuerzo vamos teniendo de todo un poquito. Y mis clientes se sienten satisfechos.

Volviendo al tema de las redes sociales, la verdad es que para algunos emprendimientos les va muy bien con Instagram, pero a mí, no. Conmigo funciona Facebook y Whatssapp. Una amiga me decía que me dedicara sólo a una red social, la que funcionara mejor con mi negocio.

La gran dificultad que enfrenta Carolina con su librería y bazar “Mariel Pepita” es el capital. La imposibilidad de tenerlo desde la banca es, en general, inaccesible para ellos. Independiente de ello, está claro que se debe ser muy ordenada y disciplinada en materia económica. Los dineros de la librería no se tocan para nada personal. Yo sacó lo mío, claro. Y la librería da para mí un sueldo mínimo.

Para obtener mejores precios debo estar permanentemente cotizando y viendo qué productos puedo traer. Y las listas varían de año a año. Lo básico siguen siendo los lápices y cuadernos, pero este año pedían las láminas para termo laminar, las micas para anillado, los espirales para anillado, hasta plantas, las cuales yo siempre he cultivado. Las listas escolares son de muy variado precio, empezando en 30 mil pesos hasta 180 mil. Depende de los materiales y cantidad solicitada.

Su experiencia en librería también le permite detectar productos de menor calidad e incluso falsificaciones. Sus productos de librería son mayoritariamente de las reconocidas marcas Artel, Proarte y otras de buena calidad. Ningún producto  de calidad deficiente. Su meta para diciembre es tener el mayor stock posible de útiles escolares: cuadernos, blocs, lápices, pinceles, temperas, etc. Inversión que se acumula para ser recuperada en los meses del ajetreo escolar. Comencé con un computador que me regaló una vecina, luego pude comprar uno más moderno. Mi madre me apoyó con una máquina para termo laminar, después adquirí la impresora, un primo me coopero con una impresora de volumen grande, una prima me regaló’ una impresora que ella iba a botar. También tengo la anilladora, la guillotina. Todo, enfatiza, ha salido de la librería. Nada de un proyecto al que haya postulado y resultado favorecida. Acá en el tema del capital inicial también mi esposo Ángel me apoyó con su aporte.

Entre los avatares y golpes que la vida le ha dado, resalta dramáticamente el terremoto del 2015, que ocasionó severos daños en las viviendas del sector, afectando a toda la población Ferronor de Sotaquí, pues al ceder el muro de contención, que había sido deficientemente construido, las casas sufrieron daño severo. Así  muchas de ellas, incluida las casa de Carolina, sufrió daños que obligaron a su demolición y posterior construcción desde cero.

Carolina ha postulado a los FOSIS y a todos los fondos del Estado y  particulares como Fundación Luksic  pero ninguno le ha favorecido.

Librería y Bazar “Mariel Pepita”. Pasaje Ferronor N° 127. Sotaquí. Todo en útiles para el y la escolar, a un buen precio y cerca de su casa, en Sotaquí. Reparto gratis a domicilio tanto en el pueblo como en localidades cercanas.

 

 

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