La intervención se dio en el marco del trabajo de vinculación con la comunidad de establecimiento de educación superior y su objetivo principal fue brindar apoyo a la población penitenciaria para lograr disminuir los niveles o erradicar el consumo de estupefacientes, además de ayudar a manejar el estrés y ansiedad que experimentan los detenidos.
Según estudios realizados en los principales recintos penales del país, se ha revelado que el consumo de drogas en la población penal alcanza niveles alarmantes, muy por encima de cualquier norma comparativa. Por ello, estudiantes de segundo año de la carrera de Servicio Social del IP Santo Tomás sede Ovalle realizaron una intervención en el Centro de Detención Preventiva de Ovalle para prevenir y disminuir el consumo de alcohol y drogas entre la población carcelaria.
Ante esta situación, los estudiantes han llevado a cabo un plan de acción que busca brindar herramientas y apoyo a las internas para que puedan enfrentar los desafíos relacionados con el consumo de drogas, fomentando su bienestar y contribuyendo a su proceso de reinserción social.
Uno de los docentes a cargo de guiar la intervención de los futuros profesionales es Nataniel Varas, quien comentó que en nuestro país “un 23,7% de la población penal ha abusado severamente de alguna droga en su vida, especialmente combinaciones de marihuana, pasta base y solventes volátiles. En cuanto a las mujeres, el dato es aún más decisivo, y en su conjunto el uso de drogas no sólo no es menor, como sucede con la población general, sino algo mayor que los hombres, especialmente por su compromiso masivo e intenso con la pasta base, alcanzando a un 50% de la población femenina que consume diariamente esta droga”.
Por otra parte, el docente señaló que el objetivo principal de este plan es “disminuir la probabilidad que las internas aumenten el consumo de drogas o alcohol durante su estadía en el penal”. Por lo que, se han establecido objetivos específicos para alcanzar estas metas, como estimular la reflexión sobre las consecuencias del consumo de sustancias en el logro de metas personales, promover el establecimiento de metas y visión de futuro como factor protector contra el consumo de drogas, fomentar el desarrollo de estrategias de afrontamiento del estrés y generar conciencia sobre el consumo de drogas en aquellos internos que no han revelado su consumo en instancias institucionales.
Junto a esta iniciativa surgió un proyecto paralelo realizado por otro grupo de estudiantes, que pretende ayudar a los detenidos a manejar el estrés y ansiedad que experimentan al estar privados de libertad. Un proyecto que nació como respuesta al diagnóstico realizado al sistema penitenciario actual, que revela un incremento significativo de la población penal y un mayor compromiso delictual de los detenidos, así como una disminución de las redes de apoyo, especialmente entre la población extranjera.
Estos factores han generado un mayor nivel de estrés en los centros penitenciarios, reflejado en un aumento de los conflictos relacionales y un deterioro de la salud mental de los detenidos.
Natalia Cortés, directora de las carreras del área Social de Santo Tomás sede Ovalle, sostuvo que los “estudiantes organizados en grupos, prepararon talleres lúdicos y deportivos para la población penitenciaria para bajar los niveles de estrés y disminuir la ansiedad en los varones del centro penitenciario”.
A la vez que aseguró que “fue una jornada enriquecedora para los estudiantes IP, debido a que hay diferentes tipos de prejuicios en torno a la realidad de los centros penitenciarios”.
En este contexto, se ha propuesto la creación de nuevos espacios recreativos dentro de los centros penitenciarios, con el objetivo de proporcionar no solo momentos de esparcimiento, sino también la oportunidad de reducir los niveles de estrés. En este sentido, desde la casa de estudios, señalan que es fundamental involucrar a diversas redes sociales comprometidas con la labor de reinserción social, ya que es una tarea que concierne a todos y no solo a Gendarmería de Chile.