Laureano Hidalgo es agricultor montepatrino, oriundo del valle de Rapel, y a sus casi 80 años, tiene una visión muy crítica de la dependencia plástica y de los impactos que está produciendo en nuestras vidas. “Hoy el plástico nos está enfermando, estamos matando el medio ambiente, antes vivíamos una vida mucho más sana, éramos más pobres, había mucha pobreza… pero menos enfermedad”

Laureano hace 13 años que dirige la segunda APR más grande de la comuna, y es regante de un canal de 12 kilómetros de extensión, lo que le ha permitido dimensionar el rol del plástico en la canalización y distribución del agua. “Nosotros tenemos una lucha hoy día, por el tema de la sequía. Por ejemplo, el canal que riego yo, es de 12 kilómetros, y la única forma en año malo de llegar con el agua, era poner plástico, pero no dura más de tres años, y el problema está en qué hacemos con el plástico una vez de que lo desechamos, y entonces se pensó en poner tubo, pero la discusión que tenemos hoy día con la Junta de Vigilancia es que están colocando tubo de la orilla del rio en adelante… y no pues, el tubo, se puede poner en una parte donde se pierda el agua, donde es maicilludo, ahí sí, pero no en el lecho del rio, donde hay vegetación… Nosotros mismos con el plástico estamos matando el medio ambiente, porque hay mayorías que actúan por conveniencia.”
Laureano cuenta que antes era distinto, se canalizaba con hormigón, descubierto, que no contaminaba ni perjudica al medio ambiente porque infiltra, o una cantidad de agua se evapora entonces la flora nativa y la fauna tienen cómo acceder al agua. En general para todo se usaban otros métodos “Yo me crie con mi madre soltera que tenía dos hijos, y como le dije, 0 plástico, usábamos otros métodos… antes llovía mucho, porque ya no llueve 5 o 6 días como antes, nosotros pobres con casa de quincha con barro, porque el que tenía adobe era “don”… porque el dueño del fundo decía” oye no alcanza la totora pa’ pasarte a ti” así que nosotros buscábamos coirón que cuando llovia sin viento, era excelente, abrigadito, pero con viento, era como estar afuera…. Entonces la mamá tenía cabritas y ovejas y cuando vendía una vez al año, pedía el cuero, entonces ella lo sobaba y quedaba como un género, y nos tapábamos con eso, o lo usábamos de paraguas sobre la cabeza si había que salir”.
El recuerda que la gente antes era más saludable porque estaba expuesta a menos tóxicos. “Hoy los niños de menos de 20 años ya están enfermos. Yo me acuerdo que me crié comiendo trigo mortereado, porotos y arvejones, los arvejones me tenían hasta arriba, pero había hambre y había que comérselo. Pero hoy día no, comemos pollo, qué traen esos pollos, hormonas, señor, usted puede ver hoy día las niñitas a los 10 años tienen tremendos senos, tremendo cuerpo, aparentan de 15. El pollo mi mama lo criaba y a los 6 meses se podía faenar ¿usted sabe cuánto se demora ahora?, 3 meses.”
“Hoy a las uvas de exportación que se producen en todo Chile, y en el valle que estamos nosotros, se le echan hormonas no crecen con el agua y el sol… qué pasó con la tierra que teníamos antes, yo de niño fui empeñoso me gustaba sembrar para tener para comer, solo con agua y sol se producía excelente, hoy usted planta y si no le echa abono, no se da, crece chiquita, se pone amarilla y termina secándose… ¿qué paso? Yo creo que está contaminado totalmente el medio ambiente”.
La agricultura dependiente de los químicos ya no sabe producir sin ellos, y aunque aún hay disponible guano de cabra por ejemplo, la gente poco lo usa porque no hace el efecto altiro, hay que esperar un año o dos, en cambio los productos químicos que vienen en plástico, se echan y a los 8 días se ven los resultados.
“Lo que pasa es que somos nosotros los que estamos acelerados, buscamos que de todos lados nos caiga algo… antes nos conformábamos con poco… pero nos pusimos consumistas, ambiciosos… mi vecino pasaba con un caballo lindo precioso y nadie decía me voy a sacar la cresta para tener uno igual… pero después se despertó eso, que no sé cómo catalogarlo que querimos tenerlo todo, la mejor ropa, el mejor auto, la mejor comida, y se nos va la vida en eso.”
Laureano prefiere esa vida tranquila, limpia, sana, sin ambición y sin plástico, pero no ve cómo podría ser que la humanidad volviera a ella, más aún cuando va a la cordillera a los lugares en que hacía criancería de niño, y hasta allá arriba los arbustos se ven florecidos de bolsas plásticas.
Yo estaba muy contento hacen años, se acuerda que iban a prohibir las bolsas plásticas, yo era el más contento con eso… y qué vamos a hacer, pero nunca se llevó a efecto eso, de hecho se triplicó el uso desde que se aprobó la ley.
Yo fui el año pasado el 2024 a una veranada chilena, y me sorprendí al ver los faldeos, que ahora le llaman laderas y los arbustos que comen las cabras parejo de bolsas de nylon, porque qué lo que pasa, el criancero va con sus animales para allá, y después, antes nosotros bajábamos con los quesos a tropa de mula, a lomo de mula, teníamos que traerlos aquí a Ovalle y llegábamos a la alameda en las micros con los cajones con los quesos. Hoy día los comerciantes llegan allá, se ven las huellas de vehículos, entonces ellos son los que llevan y todo se vende en bolsa y ahí quedan florecido de plásticos los arbustos.
Otra cosa, yo soy productor de uva pisquera y hay poca venta, porqué, porque hoy los jóvenes de menos de 20 prefieren el trago importado y ahí va quedando el producto chileno, tienen que bajarlo cada vez más, y los coletazos llegan pal productor. Pero se vende en chile un 30%, porque aquí no se valora lo nuestro.

Hoy día hay enfermedades que no se conocían por la contaminación, entre otras cosas por el plástico.
Están colocando tubos en el lecho del río. Yo compre allá en ese tiempo no había cocina a gas se cocinaba con leña, debo tener dos hectáreas de un bosque precioso.
