Apenas comenzó a expandirse el coronavirus por el mundo, las suspensiones de las competiciones deportivas en el planeta comenzaron a caer como un efecto dominó. Si bien en Chile se jugó una fecha con público, bastó un par de días y el aumento de los contagios para tomar la decisión de paralizar todo hasta nuevo aviso.
La Tercera División no estuvo exenta a la decisión sanitaria y tras la suspensión decretada por la ANFA, los jugadores de los 17 equipos participantes comenzaron una larga cuarentena con trabajo físico desde la casa, una tarea que será difícil de llevar a cabo con los recursos existentes en la categoría.
«Los jugadores están en la casa entrenando. El PF les dio un plan de trabajo y dependerá de lo que cada jugador tenga en su hogar, algunos tienen espacio y otros no. Hay que adaptarse dentro de lo que puedan, no todos tienen los implementos, así que por lo menos la idea es mantener alguna actividad física«, admite Rodolfo Madrid, entrenador del Rodelindo Román.