
Mi nombre es Angel Lobos, de la ciudad de ovalle, quiero denunciar en forma pública al servicio de atención primaria de urgencias del consultorio fray Jorge de Ovalle al cual pertenezco por área de residencia, mi denuncia es ante una situación inaceptable que atenta contra el derecho a la salud de nuestros niños y niñas de la comuna.
El pasado lunes, cerca de las 17:45 hrs de la tarde, me dirigí al Consultorio de la población Fray Jorge con mi hijo menor de edad. Él presentaba síntomas preocupantes: fiebre, dolor de estómago y mareos. Necesitábamos atención médica urgente.
Pero, para nuestra sorpresa, el guardia de seguridad de este consultorio nos negó la entrada. ¿La razón? No llevábamos mascarillas. Le expliqué que en ese momento no llevaba dinero para comprarlas, pero su respuesta fue tajante: «así son las reglas» y que, sin mascarilla, no podríamos entrar ni seríamos atendidos. Incluso nos indicó que, compráramos las mascarillas y que las vendían en una casa fuera del consultorio.
Intenté hacerle entender que el consultorio, como establecimiento de salud, debía proporcionarnos las mascarillas, especialmente en una situación de emergencia médica de un menor.
Le hice ver que su accionar era ilegal, que no pueden negar la atención de salud a un niño.
Su respuesta fue aún más indignante: dijo que llevaba trabajando desde las 6 de la mañana, que estaba muy cansado y no iba a permitir «complicaciones».
Ante esta flagrante vulneración de nuestros derechos, y sin otra opción, nos retiramos del lugar y nos dirigimos al SAR, el Servicio de Salud ubicado a un costado de la ex estación. Y aquí quiero destacar la diferencia:
Al acercarnos a la ventanilla, la recepcionista, sin siquiera preguntarnos,
inmediatamente nos entregó dos mascarillas. Esperamos nuestro turno, y mi hijo fue atendido correctamente y con la dignidad que merecía.
Denuncio al Consultorio Fray Jorge y a su guardia porque vulneraron mis derechos y, lo que es más grave, los derechos fundamentales de mi hijo, los derechos del niño. No hubo criterio, no hubo humanidad, solo una aplicación RIGIDA y des proporcionada de una norma que no puede estar por encima de la atención de salud, menos aun cuando se trata de un menor de edad. Este tipo de acciones no contribuyen a un servicio de calidad para la comunidad.
Hago un llamado urgente a las autoridades locales y, en particular, al director del Consultorio Fray Jorge. Es inaceptable el actuar de este guardia. Es fundamental que se ponga más cuidado en la capacitación y en las instrucciones que se dan al personal externo que trabaja en estos centros de salud. Esto no puede volver a sucederle a nadie, especialmente a personas que quizás vienen de lejos o que, por diversas razones, no pueden acceder a una mascarilla en un momento de urgencia.
Este es un problema social. Muchas personas, lamentablemente, se vieron obligadas a comprar mascarillas donde el guardia les indicaba. Pero el verdadero problema es que muchas personas no defienden sus derechos, y el silencio, al final, solo aumenta la vulnerabilidad. No nos quedemos callados. Es hora de exigir que nuestros centros de salud garanticen el derecho fundamental a la atención, sin barreras ni excusas.
Angel Lobos