Cecilia Ramírez Chávez, Seremi de Educación de la región de Coquimbo, en sus primeros 11 días en el cargo establece su compromiso de generar confianza con las comunidades educativas y continuar con las clases presenciales en las aulas, acompañar en la instalación de los servicios locales de educación pública y fortalecer una educación equitativa, de calidad, sin diferencias y con perspectiva de género.
ENTREVISTA:
¿Cómo llega a ser designada Seremi de Educación y qué sensaciones le produjo?
Desde mi partido político comunes me piden el currículum para llevarlo a la comisión instaladora del Mineduc. Llega a la mesa del ministro y subsecretario e ingreso a una terna. Al ministro le gustaron mis horas de aulas, que había sido jefe técnico de un liceo técnico, que era educadora diferencial de la universidad de Playa Ancha. Cuando me llama fue un honor. Es un honor tener la misión de fortalecer la educación en la región. Sobre todo en este gobierno transformador, que lidera el presidente Gabriel Boric, y todo un conglomerado detrás apoyándolo.
¿Cuál fue su primera actividad luego de ser designada Seremi de Educación?
La primera actividad cuando llegué a la oficina de la Secreduc fue reunirme con el subrogante, para conocer los nudos críticos. Luego fui a saludar a todas las funcionarias y funcionarios a sus oficinas. Sostuvimos reuniones con la Seremi y Departamento Provincial de Elqui. Posteriormente me junté con dirigentes de Andime para trabajar coordinadamente para que la educación se fortalezca. Para eso, primero deben estar en buenas condiciones las y los funcionarios de la institución, quienes robustecen este órgano rector.
¿Qué la motiva a ser educadora diferencial?
Iba a estudiar enfermería. Hubo un accidente doméstico y me desmayé. Mi mamá trabajadora de la salud me dice que no tenía las condiciones. Luego en el preuniversitario en la católica, tenía la posibilidad a entrar a distintas carreras. Un día ingresé a una clase de educación diferencial, sobre neuroanatomía, y cómo el aprendizaje estaba tan ligado con el cerebro. Quedé fascinada porque mi primo pequeño siempre tuvo problemas para aprender, y con quién se le hacía más fácil aprender, era conmigo. En los trabajos voluntarios de verano, me di cuenta que me gustaba enseñar a aquellas personas y niños que más dificultades tenían para aprender. Y que tenía estrategias para que ellos aprendieran en fácil, pasándola bien. Ahí decidí estudiar educación diferencial.
¿Cuál es la diferencia entre una educadora diferencial y profesora?
Soy profesora, licenciada en educación. La diferencia es que las educadoras diferenciales tenemos una formación en que nos enseñan a trabajar colaborativamente. La educadora diferencial debe conocer el lenguaje del neurólogo, del pediatra, del fisiatra. Es más amplio, y nos permite trabajar con los profesores de aula regular, educación básica, enseñanza media y todas las especialidades. Para mí es tener una visión con mayor perspectiva de cómo focalizarnos, desde la potencialidad de los estudiantiles. Estamos formadas en el trabajo colaborativo, que hoy es base para tener una educación de calidad en las escuelas”.
En el mandato del Presidente Gabriel Boric y el Ministro de Educación Marco Antonio Ávila de mejorar la calidad de la educación ¿Cuál es su compromiso como Seremi?
Mi compromiso es llevar a todos los establecimientos y territorios la política pública, muy ligada a nuestras demandas sociales. Los lineamientos de este primer año es generar confianzas con las comunidades educativas para continuar con la presencialidad en las aulas, acompañar en la instalación de los servicios locales de educación pública, que tienen que ser los mejores sostenedores del territorio, por todo el significado de la reforma de la presidenta Bachelet, y poder fortalecer la educación. Hacer una educación realmente equitativa y de calidad, sin diferencias y con perspectiva de género. Es muy importante que desde el aula se forme a los ciudadanos en perspectiva de género.
El Mineduc y el Minsal difundieron nuevas orientaciones sanitarias para el reencuentro de las comunidades educativas ¿Qué buscan garantizar estas orientaciones?
Es generar confianza en las familias para poder continuar con las clases presenciales que nos han hecho tanta falta. Ya vimos cómo han aumentado las brechas en aprendizaje. Porque antes teníamos una brecha importante en desigualdad debido a este sistema económico. Ahora tenemos la brecha que los estudiantes no convivieron. Y esa es la causa del aumento de la violencia escolar, porque las niñas, niños, jóvenes y adultos aprendemos relacionándonos con otros. Lo académico lo podemos arreglar. Está el plan de reactivación de aprendizajes, que está diseñando el ministerio y las orientaciones para el reencuentro de los establecimientos. Es generar la confianza con las familias para que los estudiantes sigan asistiendo presencialmente a las escuelas.
A nivel regional ¿Cuáles son las demandas más urgentes de las comunidades educativas y sostenedores?
A nivel regional tenemos una crisis hídrica catastrófica. Y si no hay agua, no hay clases. El trabajo está focalizado en cómo soslayar la crisis hídrica vinculada a la educación. Para eso, desde la Subsecretaría estamos levantando un trabajo específico para la región de Coquimbo. La otra demanda es la infraestructura. Tenemos escuelas que necesitan mejorar su infraestructura. Para eso, se crea el FAEP (Fondo de Apoyo a la Educación Pública) para mejorar la infraestructura de los establecimientos públicos y hay que potenciarlo. Las niñas y niños tienen que tener espacios donde aprender, acogedores y con altos estándares.
Usted trabajó en el Servicio Local Puerto Cordillera ¿Cómo vislumbra seguir implementando la educación pública en el resto de las comunas y provincias?
La implementación de los Servicios Locales bajo este gobierno son prioridad. Vamos a fortalecer esas implementaciones, desde la perspectiva que nacen con la Reforma Educacional, acompañando a los actuales sostenedores a este traspaso, que tiene que ser paulatino, pero por sobretodo prolijo. Los servicios locales tienen que ser los mejores sostenedores. Sus escuelas tienen que tener las mejores prácticas pedagógicas y la mejor infraestructura”.
¿Cuál es el sello que usted espera proyectar como Seremi de Educación?
Soy una mujer de izquierda y feminista. En mi gestión, mi sello es que tengamos una educación con perspectiva de género. Mi gestión va a ser feminista. Tenemos por primera vez en la historia de la Secretaría Ministerial a la primera mujer conductora. Vamos a ir empezando a hacer el cambio en relevar la importancia de las mujeres para la sociedad”.
Reseña Biográfica
Cecilia Ramírez Chávez, 32 años, es hija de Juan Ramírez y Viviana Chávez. Nació en la comuna de La Granja en la Región Metropolitana. Estudió enseñanza básica en el colegio Saint Christian College del Arzobispado de Santiago y la enseñanza media en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, ambos de La Granja. “Desde pequeña fui una mujer muy amada. Mi padre me inculcó la justicia social. Soy sobrina de unos tíos maravillosos. Tengo dos hijos, Juan y Carla de 9 y 7 años, y un compañero que me acompaña. Tengo una tribu compuesta por mis amigos. Y llevamos años de acompañarnos, de protegernos y cuidarnos». En la Educación Superior se tituló de Educadora Diferencial con mención en dificultades especificas del aprendizaje en la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso. Es Magíster en Gestión y Liderazgo Educacional, con más de 10 años de experiencia. Luego de titularse siguió vinculada a la Universidad de Playa Ancha con su profesora y maestra Verónica Pastén. Luego trabajó en el liceo técnico Carlos Alessandri en la comuna de Algarrobo, ejerciendo como educadora diferencial y jefe técnico. En 2018 llega a Coquimbo a trabajar en la instalación e implementación al Servicio Local Puerto Cordillera de las comunas de Andacollo y Coquimbo, como profesional del Área Técnico Pedagógica en inclusión, liderazgo educativo y acompañamiento a los equipos directivos. “A mí me conquistó la ley 21.040 y todo el equipo de la reforma educacional que trabaja tan arduamente para hacer carne, lo que pedíamos de los movimientos estudiantiles de los que fui parte, desde 2001. Fui dirigente estudiantil de mi liceo, fui presidenta del Centro de Estudiantes para la revolución pingüina, liderando tomas y movilizaciones. En la universidad me dediqué más a lo académico, fui ayudante de cátedra, porque lo que me motiva son las investigaciones”.