Aplicación de plaguicidas fuera de la ley acusaron vecinos de Chañaral de Caren, lo que motivó la concurrencia de la Seremi de Salud, la que una vez confirmadas las irregularidades, concurrió a la empresa para elevar un sumario sanitario por no respetarse lo establecido en el decreto 158 que regula la materia.Comienza la temporada de aplicaciones en la comuna de Monte Patria, y con ella todos los vicios que caracterizan a una política deficiente en el cuidado de la salud de la población y de los ecosistemas.
Sin embargo, desde el Comité Ambiental Comunal se han propuesto poner fin a las malas prácticas agrícolas a partir de un cambio de actitud de la población, es un hecho que cuando hay denuncias la autoridad llega, y cursa las sanciones pertinentes, pero como la gente no conoce la ley ni los mecanismos para denunciar, finalmente se terminan normalizando prácticas peligrosas para la salud de quienes habitan los territorios y particularmente de las y los trabajadores agrícolas y vecinos; de ahí la urgencia de poner fin a esta situación.
El jueves 23 de septiembre, la autoridad realizó una visita inspectiva al terreno que la empresa CARSAL posee en Chañaral de Carén, mismo predio en que hace un año se perpetró un crimen ambiental, al devastar y enterrar la flora ribereña del Río Grande, lo que fue conocido y sancionado por CONAF pero que al parecer no modificó en absoluto la forma de operar de la empresa. Tras atender la denuncia de vecinos, funcionarios de la Seremi de Salud determinaron que se estaba incumpliendo la norma y que procedía realizar un sumario sanitario, aunque sin dar certeza a los denunciantes que esto traería consigo un cambio de conducta por parte de la empresa.
Es por eso que Anibal Carmona, presidente del Comité Ambiental Comunal, hace un llamado a fortalecer las redes de denuncia, monitoreo y fiscalización de la aplicación de estos venenos en el aire, agua, tierra y cuerpos de los habitantes de la comuna, pues hay cada vez más cáncer, enfermedades de deterioro cognitivo como alzheimer y parkinson que antes no se conocían en la ruralidad y que están estrechamente ligadas a la exposición a estas sustancias.
“Por mucho tiempo nos hemos resignado al abuso y a la injusticia, nos sentimos desamparados frente a leyes débiles y a todo un sistema que beneficia a quienes tienen dinero, pero es la vida la que está en juego, por eso tenemos que hacer uso de todo nuestro coraje, dignidad y amor por el territorio, para denunciar, difundir las malas prácticas, trabajar en conjunto con el municipio para que se proteja la salud y aprender nosotros mismos otras formas de agricultura, que devuelvan la vida a nuestros campos y nos permitan producir alimentos sanos para nuestra gente, tal como se propone mundialmente a través de la agroecología”, señaló Carmona.
